lunes, 11 de junio de 2012

MESSI PONE LAS COSAS EN SU LUGAR.
Reconozco que no es carismático, "tribunero", arengador de multitudes o un chico con un gran carisma. En la Argentina, donde todo parece estar reinado por lo mediático, lo chapucero y lo improvisado, quienes resultan ser cautos, educados, profesionales y tendiendo a la excelencia, parecen ser, de pronto, extraños. Sin embargo, tarde o temprano las cosas se ponen en su lugar.
Lionel Messi es el mejor jugador del Planeta desde hace algunos años. No se puede encasillar su puesto ya que es 9, 7, 10 u 11 (en términos futboleros) de acuerdo a las necesidades de su equipo. Es un goleador terrible, pero no lo parece. Es un fantástico organizador de juego en velocidad, aunque no lo marca su contextura física. Es fuerte, guapo, ganador y valiente, pese a que no golpea, no exagera, no protesta o no pone a las tribunas contra los árbitros, cosa que se convierte en un deporte de muchos futbolistas de estos tiempos.
Fue tremendamente discutido, incluso por personas que operan los medios de comunicación y nunca pisaron la tribuna o platea de una cancha de fútbol. Se lo trató de "pecho frío", "amargo", "poco argentino" (¿¿??) y otros tantos desatinos propios de la incontinencia verbal de muchos. Se llegó a sugerir que se cuidaba en la Selección Argentina para jugar en Barcelona. Se tramaron "complots", "reuniones" o "exigencias" que supuestamente imponía, como ocurre con todos aquellos que se alejan de la mediocridad, el chusmerío y los oscuros contubernios......
Hoy en día, rodeado de varios compañeros que distan de estar a su nivel, Lionel Messi pone las cosas en su lugar. Comienza a idolatrárselo -no le hace falta-. Empieza a considerárselo imprescindible. Logra que los medios, adeptos y detractores se rindan ante su fútbol maravilloso, imponente, pletórico de brillo y majestuosidad.
Mantiene su perfil bajo, su timidez y su valentía dentro de las canchas. Acaba de ganarle -casi solo- un partido a Brasil, remediando, incluso, errores de su propio arquero. Logró convertir tres goles fabulosos -el último, propio de un grande-. Condujo al equipo en la victoria ante Ecuador, haciendo goles y asistiendo a sus compañeros.
Pone las cosas en su lugar. Para mí, no hacía falta. Es el Mejor de Todos. Y es una de las pocas esperanzas para ganarle un Mundial a Brasil allá, en tierras vecinas. Cuidémoslo. Es el ejemplo a seguir en un fútbol argentino cada vez mas conflictuado. Por suerte, Lionel Messi es argentino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario