lunes, 25 de junio de 2012

EL CAMPEON DEL ESFUERZO Y EL ORDEN

Que contrastes muestra el fútbol argentino¡. Por una parte, clubes que se autodestruyen institucionalmente, lucen sin rumbo y siembran interrogantes y alarmas. Por otro lado, el esfuerzo y el orden que logran su premio, como si se tratara de una consecuencia natural.
Arsenal acaba de lograr su primer título a nivel nacional. Sin estridencias, sin grandes estrellas, sin apariciones rutilantes en los medios de comunicación, sin vedettismos y con austeridad presupuestaria.
Es un premio, realmente. Es el premio a años de crecimiento -lento y silencioso-. Es el premio a un plantel que conoce sus limitaciones y sabe de sus fuerzas. Es el premio a sobreponerse a las suspicacias y sospechas que se siembran con total impunidad.
Pero, además, es el logro de un entrenador que, fiel a su filosofía, logró orden, esfuerzo, sacrificio y la conformación de un grupo homogéneo. Un técnico como Gustavo Alfaro que, medido en sus apariciones y declaraciones, siempre pregonó esos valores para sus equipos. Que cosechó los puntos necesarios -primero- para que el descenso no siga siendo una amenaza y que luego fue por el título. Ganó los partidos que tenía que ganar. Y luego festejó, con la misma mesura con la que declara y con el mismo fervor con el que vive los partidos.
Algún amigo ligado al fútbol me dijo, una vez, que en este deporte "todo se acomoda". Las promociones, los descensos y la pelea por los títulos así lo demuestra. Arsenal logra ser campeón y demuestra que de nada valen las grandilocuencias, los estruendos, las hinchadas amedrentantes y las burbujas de champagne que parecen teñir a muchos equipos. Con esfuerzo, orden y objetivos precisos y planificados, todo se puede lograr. Arsenal, Sarmiento de Junín, Quilmes y Villa Dálmine así lo demostraron esta temporada. Será cuestión de que algunos que se dicen "grandes" sigan el ejemplo. Quizás, de ese modo, "acomoden" lo que aparece muy desordenado.

lunes, 11 de junio de 2012

MESSI PONE LAS COSAS EN SU LUGAR.
Reconozco que no es carismático, "tribunero", arengador de multitudes o un chico con un gran carisma. En la Argentina, donde todo parece estar reinado por lo mediático, lo chapucero y lo improvisado, quienes resultan ser cautos, educados, profesionales y tendiendo a la excelencia, parecen ser, de pronto, extraños. Sin embargo, tarde o temprano las cosas se ponen en su lugar.
Lionel Messi es el mejor jugador del Planeta desde hace algunos años. No se puede encasillar su puesto ya que es 9, 7, 10 u 11 (en términos futboleros) de acuerdo a las necesidades de su equipo. Es un goleador terrible, pero no lo parece. Es un fantástico organizador de juego en velocidad, aunque no lo marca su contextura física. Es fuerte, guapo, ganador y valiente, pese a que no golpea, no exagera, no protesta o no pone a las tribunas contra los árbitros, cosa que se convierte en un deporte de muchos futbolistas de estos tiempos.
Fue tremendamente discutido, incluso por personas que operan los medios de comunicación y nunca pisaron la tribuna o platea de una cancha de fútbol. Se lo trató de "pecho frío", "amargo", "poco argentino" (¿¿??) y otros tantos desatinos propios de la incontinencia verbal de muchos. Se llegó a sugerir que se cuidaba en la Selección Argentina para jugar en Barcelona. Se tramaron "complots", "reuniones" o "exigencias" que supuestamente imponía, como ocurre con todos aquellos que se alejan de la mediocridad, el chusmerío y los oscuros contubernios......
Hoy en día, rodeado de varios compañeros que distan de estar a su nivel, Lionel Messi pone las cosas en su lugar. Comienza a idolatrárselo -no le hace falta-. Empieza a considerárselo imprescindible. Logra que los medios, adeptos y detractores se rindan ante su fútbol maravilloso, imponente, pletórico de brillo y majestuosidad.
Mantiene su perfil bajo, su timidez y su valentía dentro de las canchas. Acaba de ganarle -casi solo- un partido a Brasil, remediando, incluso, errores de su propio arquero. Logró convertir tres goles fabulosos -el último, propio de un grande-. Condujo al equipo en la victoria ante Ecuador, haciendo goles y asistiendo a sus compañeros.
Pone las cosas en su lugar. Para mí, no hacía falta. Es el Mejor de Todos. Y es una de las pocas esperanzas para ganarle un Mundial a Brasil allá, en tierras vecinas. Cuidémoslo. Es el ejemplo a seguir en un fútbol argentino cada vez mas conflictuado. Por suerte, Lionel Messi es argentino.